Las caídas en adultos mayores son una de las principales causas de fracturas y hospitalizaciones, y afectan la calidad de vida. La prevención de caídas se basa en fortalecer el equilibrio y la movilidad mediante ejercicios como caminar en línea recta, levantarse sin ayuda de una silla y subir escaleras. Es fundamental adecuar el entorno: mantener los espacios iluminados, despejar pasillos y asegurarse de que alfombras y pisos no tengan superficies resbalosas.
Además, los adultos mayores deben optar por calzado antideslizante y cómodo. Barras de apoyo en baños y pasillos ofrecen estabilidad, y la actividad física regular contribuye a mejorar el equilibrio y la fuerza muscular. El acompañamiento de un profesional de la salud permite crear rutinas de ejercicio que se adapten a la capacidad de cada persona, disminuyendo el riesgo de caídas y fracturas graves.