
Cuando decides cuidar de tu cuerpo con una sesión de fisioterapia, es importante tener en cuenta algunos consejos para que tu experiencia sea segura, agradable y efectiva. ¡Toma nota y prepárate para sentirte mejor que nunca!
Antes de empezar: ¡prepárate!

Orden médica y autorización: Si tu tratamiento lo requiere, ten a la mano la orden médica y cualquier autorización necesaria. Esto asegura que recibas la atención adecuada.
Valoración inicial: Tu fisioterapeuta te hará una evaluación para diseñar un plan hecho a tu medida. Cada persona es diferente, y eso nos encanta: el tratamiento será tan único como tú.
Terapias que te harán sentir renovado
1. Ultrasonido: alivio profundo y efectivo

Esta terapia utiliza ondas para calmar el dolor, reducir inflamaciones y mejorar la circulación. Además, ayuda a reparar tejidos y te brinda una sensación de relax con su efecto de micromasaje.
Dura solo 3 a 5 minutos, pero es suficiente para generar grandes beneficios. Si sientes ardor o sensaciones extrañas, díselo enseguida a tu fisioterapeuta.
Importante: Si tienes un marcapasos, estás embarazada o tienes alguna patología específica, consulta antes con el médico.
2. Electroterapia: energía para tu bienestar

A través de suaves impulsos eléctricos, esta terapia alivia dolores y relaja músculos. ¡Es increíble cómo mejora tu bienestar en tan poco tiempo!
Puede causar un leve enrojecimiento temporal en la piel, pero no te preocupes, desaparece rápido. Si persiste, avísale, a tu fisioterapeuta.
Siempre se utiliza un gel conductor que protege tu piel y mejora el efecto del tratamiento.
3. Terapias con frío: refresca tu recuperación

El frío es tu aliado para reducir la inflamación y mejorar la circulación. Nunca se aplica directo sobre la piel: siempre va con una toalla o tela protectora.
Si tienes alteraciones en la sensibilidad o problemas cutáneos, informa a tu fisioterapeuta para que te cuide con más atención.
Si sientes molestias o cambios en la piel, avísalo enseguida.
4. Terapias con calor: derrite tensiones

El calor relaja tus músculos y mejora la circulación. Es ideal para aliviar espasmos y liberar tensiones acumuladas.
Recuerda que el paquete caliente también debe aplicarse con varias capas de toallas para evitar quemaduras. Si sientes ardor o picor, comunícalo de inmediato.
Detalles que hacen la diferencia
Comunícate: Si tienes alergias, enfermedades cutáneas o antecedentes de salud importantes, cuéntaselo a tu fisioterapeuta. Esto nos ayuda a cuidarte mejor.
Seguridad primero: Usa zapatos antideslizantes y evita objetos de metal en las zonas de tratamiento con electroterapia.
Movimientos seguros: Al levantarte de la camilla, hazlo despacio y con apoyo. Si tienes mareos o dificultades para moverte, ven con un acompañante.
¡Estás en buenas manos!
La fisioterapia es una experiencia transformadora cuando se hace con cuidado y atención. Sigue estos consejos y disfruta cada sesión sabiendo que estás dando un gran paso hacia tu bienestar. Recuerda, tu cuerpo te lo agradecerá, y tú te sentirás lleno de energía y vitalidad. ¡Tu salud es lo más importante!